martes, 26 de marzo de 2013

Camino


Camino.


Una estación de tren en una ciudad pequeña, el tren está avanzando, dentro está un señor despidiéndose, 
otro señor lo ve, afuera un niño corre.

Leer. Esa fue la recomendación del psiquiatría, como si eso solucionaría los sueños, como si eso evitará las pesadillas. Pero no me niego, la sensación de vivir en otro mundo, en otro tiempo, en otra mente me maravilla, creer en tener grandes poderes, ser otro, sí, no pensar en el ayer… o en el hoy. Cada vez que leo este fragmento del tren recuerdo a mi padre, cuando se fue a trabajar a Guadalajara, yo corro para alcanzar su despedida, para cruzar momentáneamente nuestras manos, para decirle adiós a sus ojos avellana; tenía quince cuando se fue, hace ya diez años que no vive con nosotros. Por eso me agrada visitar Guadalajara, aunque cada visita es un recordatorio de que el tiempo y la distancia pasan, lo que ha causado la poca comunicación que actualmente prevalece entre nosotros.

Ahora es cuándo para levantarse del pasto, es un pequeño placer que se me otorga después del incidente, todo mi ser se renueva, la lectura se vuelve ligera y la vida como un dulce sueño. He pasado los últimos cinco meses en esta residencia, no hay mucho de qué quejarse, la comida no es mala, ya que es gratuita, como la cama, el baño, bueno no es tan gratis, es dinero que cada mes se toma de mi sueldo como gerente, me parece bastante irónico que aún conserve el trabajo pero de vez en cuando las ideas fluyen y la empresa obtiene sus ganancias mensuales. Los días de oficina son cuando realmente uso el baño, los trajes caros, los perfumes olorosos y la conducta correcta. Pocos saben de mi condición actual y por ende de mi residencia, para los clientes, yo soy un lúcido, exitoso e inteligente que maneja una gran compañía y al que le gusta vivir en lugares excéntricos, poco recomendables para visitar. Esa al menos es la excusa de la junta directiva para explicar mi dorada ausencia en el trabajo.

No tengo hijos, aunque no signifique que no haya amado. Es culpa del amor mi condición actual, como también es culpa de la estúpida ciencia que está tan cerrada a los fenómenos sobrenaturales, como si cada cosa tuviera una explicación “científica” o eso al menos es lo que intentan hacernos creer. Yo me tuve que dar cuenta de la forma más cruel, por eso prefiero vivir como un “ido de mente” y no como el ser funcional de esta mugrosa sociedad.
Tengo una colección de drogas debajo de mi cama, no me consideran peligroso ya que al balbucear todas esas “incoherencias” (mis lamentaciones) fue fácil para mi abogado conseguir una corte privada y que se me declarara como incapaz mentalmente, reitero, eso sólo lo saben pocos, aún soy productivo para la empresa de ventas en la que trabajo (además de mi facilidad para comunicarme con los asiáticos); así que finjo consumir todas esas drogas, no es difícil parecer aletargado, solo basta con mirar a los compañeros, mantenerse quieto y pretender obedecer todas las reglas. Una que otra vez uno debe comportarse como un espía o político importante, para mantener un bajo perfil y hacer creer a los médicos que en verdad existen desórdenes mentales en mí. 

Me siento en la sala común de la residencia, comienza una película acerca de una mujer que tiene la suerte de encontrarse un millonario que desea una acompañante en su viaje de negocios, esté le paga por su servicio por una semana, al finalizar la misma, él se enamora de ella y le pide que se queden juntos. Es la novena vez que veo la película y la segunda vez que la miró solo. Aunque no me gusta la película yo le debo mi felicidad y mi desgracia.
No me gusta rentar películas, pero en mi búsqueda de “Los cuentos de Adán y Eva” me vi en la necesidad de acercarme a un Blockbuster, después de realizar todo mi trámite en la apertura de una cuenta, decidí que mirar alrededor no me causaría ningún daño, cuando me encontré en la sección de amor, juzgué prudente revisar títulos, mínimo para intentar comprender porque las mujeres se vuelven locas con estas historias. Me senti espiado por alguien, al voltear sus ojos cafés oscuros se encontraron con los míos, lo primero que pensé fue ¿qué mujer tan descuidada , culpa es de mis antiguas ex novias el que yo la juzgará de esa manera; todas las mujeres con las que he salido tienen esa fortuna de tardarse en ponerse bellas, pase horas sentado en sofás cómodos para que las señoritas decidieran que vestido ponerse y usar el maquillaje adecuado; así que cuando la vi me pareció desagradable que alguien no pusiera el mínimo de atención a su atuendo. Una chica de complexión media, poco busto y caderas  medianamente anchas (pero existentes), cabellos largos rebeldes, morenilla (es decir, poco oscura de piel), de estatura promedio y pies grandes. No es fea, pero no tampoco es de esas mujeres que te roban suspiros, a mí por ejemplo me robo un susto.
Ella no me miraba a mí, miraba la película que yo sostenía en mis manos, se acercó  ilusionada y me pidió la película. No soy un tipo feo, me sobran pretendientes, no tengo mucho dinero pero soy capaz de darme mis lujos, pretensiosamente voy a comer en lugares donde el costo de la comida puede rendir a una familia por un mes,  me gusta comprar perfumes importados y gastar miles de pesos en trajes que pocas veces uso. Como cualquier otro humano, también me gusta comer en los puestos de la esquina, disfruto de esos ricos tacos y tamales que tanto pueden engordarme y dos o tres veces consumo de la piratería del cine, ya que hay películas que en a las salas de mi país no llegan. Con todo ello, me indignó que una mujer de su status solo prestará atención al objeto de mis manos. Al acercarse a mí, lo primero que dijo fue:

-Disculpa, ¿dónde encontraste la película?- Su tono de voz fue bastante amable.
-Justo aquí- le señalé la sección donde la tomé.
- ¿La vas a comprar? – Claro que no iba a comprarla, pero mi ego estaba dañado por su poca atención a mi, así que tomé una decisión.
-Sí, justo es la que necesitaba, lo siento, parece que ya no hay más ejemplares.- Dije en tono irónico.
-¿Así que te gusta mucho?- Preguntó- Dime ¿qué parte de la película te gusta más?-
Su pregunta me congeló, era obvio que yo no conocía nada acerca de la película, ni siquiera me moleste en leer la sinopsis  de hecho solo la tome para medio mirar su contenido, ni siquiera me atrajo el título, así que decidí mentir.
-Cuando él se queda con ella- Clásico momento de cualquier historia de amor.
-¡Ah! Que mentiroso eres, ni siquiera sabes de que trata, eso no sucede.- Se dio cuenta de mi mentira.
Sentí que no podía hacer más pero no le iba a entregar la película.
-No la he visto, por eso voy a comprarla.-
-Yo la quiero, yo sé de que va la historia, es la última película original existente aquí, prometo que si vuelve a llegar al país, yo te la compró, pero por el momento déjame comprarla.- en su voz no había suplica pero si una necesidad imperiosa de conseguir la película. No soy una mala persona, aunque todavía me golpeaba su indiferencia.
-¿Por qué la necesitas?, por lo que escucho, ya la has visto, ¿cuál esa necesidad?.- al hacer estas preguntas ella se sintió incómoda pero respondió.
-Quiero demostrarles a mis padres que en cualquier circunstancia el amor existe, en un viaje pasado vi esta película e intente buscarla, pero el tiempo que se me otorgó para estar aquí fue muy corto, así que me decidí a comprarla la próxima vez que estuviera aquí.-
-¿Vives muy lejos?, porque existen mejores películas y libros que puedan demostrar lo que es el “amor”- lo he vivido tantas veces que no me causa emoción.
-Bastante lejos, poco accesible para personas como tú.-
¡Auch! ¿Poco accesibles para personas como yo? Esta mujer si que está loca, por su vestimenta puedo juzgar que procede de algún barrio pobre, si que puede estar lejos, pero son tan accesibles a nosotros como ir al baño. Le haré un favor a ella y a sus padres, así cumpló con mi buen acto del día y mis acciones estarán compensadas.
-Yo te ayudaré, te conseguiré historias verídicas, le diré a mis amigos que les digan a tus padres que eso si existe- La mayoría de la gente que me rodea tiene pareja y se ven enamorados.
-No, ya te dije que no pueden accesar personas como tú, libros he leído también muchos pero esta película me ayudaría bastante. Así que ¿me la das?.- Me miró con firmeza.  Su expresión de urgencia me causo lastima, así que no me negué  total, como si de verdad fuera a ver la película, ya que me negó la entrada a su lugar de origen (creo que es por pena, ¿ a quién le gustaría enseñarle a los demás su pobre casa?) decidí que comprarla era una buena obra.
Así que me di la media vuelta, me acerqué al cajero y pagué la película, volví a donde estaba ella y le entregue la bolsa con el objeto adentro, ella me miró y su expresión cambio. No era la cara que yo esperaba, sus ojos mostraron molestia y vi como poco a poco sus manos se iban cerrando, formando puños pequeños pero que pensé podrían ser letales. No entendí que fue lo que paso. Una lágrima descendió de su ojo izquierdo, parecía tiesa por un segundo, después se dio la media vuelta y salió del lugar corriendo. Intrigado, corrí a buscarla, creo que se emociono porque posiblemente nadie había hecho eso por ella y mostrar su molestia fue una mejor forma que mostrar pena.

Para mi fortuna la alcance, aunque todo lo que después siguió cambio completamente mi vida. Ella corrió tres calles a la derecha después se interno en un callejón, donde yo la alcance, unos tipos iban sobre ella pero vi claramente como los detuvo, me sorprendió pero no me asustó, ella continúo  y al final de la pared dibujo una especie de diamante y con un collar que ella traía dijo las siguientes palabras: Zhong leave qu wojia.
La luz que apareció del diamante en la pared parecía hipnotizante para personas que no estaban acostumbradas a la misma. La chica entró a través de la luz y yo, con la interrogante en mente, decidó que seguirla era una buena decisión, así que antes de que el portal se cerrará, ya estaba del otro lado. A decir verdad yo corrí para entrar ya que rápidamente se estaba desdibujando el diamante. Ella se dio cuenta de mi presencia, ya llevaba un kilómetro recorrido ¿cómo camino tan rápido? y como es que a esa distancia se dio cuenta de mi presencia. Dos segundos pasaron y ella ya estaba enfrente de mi, que susto me causó, sus ojos estaban llorosos pero su rabia parecía más grande, así que me gritó:

-¡¿Cómo entraste aquí?!- me aventó a la pared.
-Por la luz como tú- Dije con breves pausas, su empujón me asusto.
- ¿Por qué me seguiste? ¿qué sucede contigo? ¿eres un danzu?- No sé que es un danzu, pero por su expresión puedo darme cuenta que es algo malo, así que sacudí la cabeza de izquierda a derecha, así que su cara se relajo un poco.
-Humano tonto, primero crees que tienes buenas intenciones y después sigues a alguien que no conoces y que no sabes si te llevará a tu muerte. –
¿Muerte? Eso me paralizó, no me detuve a pensar en las graves consecuencias de seguir a una mujer que sale llorando de un establecimiento porque un sujeto le compro una película. Podría decirse que me vio como un pervertido, pero después de lo que yo he observado, ella no tiene mucho de que quejarse acerca de mí.
-Si fuera a morir, ya lo estaría, mejor dime ¿quién eres tú y qué es este lugar?-
-La tierra Gauekl, la capital de Avox, de la tercera edad avanzada, el centro mágico más grande de nuestro mundo.- Dijo mientras su dedo dibujaba un mapa.
Pocas cosas pueden sorprenderme en esta vida, así que lo primero en lo que pensé fue si yo estaba drogado, solo una vez probé la marihuana pero lo único que me causo fue demasiada hambre. Parece que ella sabe lo que pienso, porque mientras me pierdo en mis pensamientos, siento un leve pinchazo en mi mano y como la sangre comienza a brotar, eso me saca de mi mente y me devuelve a la realidad.

-¿Por qué lo hiciste?- reclamó.
-Para que creas en lo que ves, la magia existe, así como tus dioses y tú ciencia. Mi nombre humano es Amy y mi nombre avox es Shin Hye.-
Demasiada información para una tarde de persecución.
-¿Cómo vuelvo a casa?- preguntó con cierta preocupación.
-No puedes, ese portal se abre a cierta hora y cierto día de la semana, hoy es lunes, así que el miércoles se volverá a abrir.-
-No es cierto, yo vi como tu abrías el portal, dibujando un diamante y pronunciando palabras raras-
-aún cuando salí de la tienda enojada, no abrí el portal al azar, tiene un periodo de tiempo para que pueda dibujar el diamante y entrar en el. Por hoy esta cerrado, no puedes salir.-
No debí seguirla, no debí molestarme en que una chica sin atractivo físico perturbara mi día y mucho menos querer hacer un buen acto de caridad, no debí correr a su auxilio y creer que yo la había emocionado con mis “buenas intenciones”. Ahora estoy atrapado en un lugar que desconozco y no podré volver hasta pasados dos días, además no sé pronunciar con exactitud las palabras para abrir el portal y tampoco tengo el collar para abrirlo.
No debí seguir a esta chica.
-¿Por qué no tomaste la película?- le digo, ya que eso fue lo único en lo que pensé después de mi conclusión.
-Porque aquí es una señal de guerra, nadie te regala las cosas, así que tú al darme el objeto me estabas declarando la guerra por todos los humanos en el mundo y sí yo aceptaba te estaba declarando la guerra por todos los magos de mi mundo. Mis leyes se aplican a tu mundo, este principio en tu mundo se llama extraterritorialidad.-
Agradezco haber prestado atención a mis clases de derecho en la facultad.
-¿Por qué quieres demostrar la existencia del amor?- De hecho eso fue lo que me trajo hasta aquí, la necesidad de saber porque una mujer que yo pensaba pobre tendría que demostrar el amor.

Vi una leve sonrisa en su cara.

De todas las cosas hermosas que yo he visto en mi vida, nada se compara con la figura de sus labios, vi lentamente como se dibujaba esa pequeña sonrisa que me expresó toda su sinceridad, me sentí cautivado por sus labios poco gruesos pero no delgados color rosa, me sentí atraído por ellos, todo a su alrededor adquirió luz, como si toda la oscuridad desapareciera de mi ser y solo sus labios entraron en mis más bellos sueños. Después de admirar esa belleza inusual presté atención a sus palabras.

- Porque así no tendré que morir-.