Sí hay algo insoportable es el desamor.
Te odio. Esa era una frase que intente poner en mis labios, pero no funcionó; ¿Cómo podía odiar a alguien que amo con el alma? me preguntaba. No, no lo hice, no te odie, ni siquiera un poco, pero me dolió. Por días, por meses no soporte mis pensamientos, ¿Cuanto amor cabe dentro de mi? pensé. Ese amor era demasiado, me ahogaba, día tras día las lágrimas caían; me escondí tantas veces, tenía pena de que me vieran así, triste, deprimida, sin luz. Así que tome fuerzas, de ese mismo amor, de lo que dí, en lo que creí, me arme de valor para ver tu espalda mientras te ibas. Me pareció injusto como se acabo, no reclamo que dejaras de amarme, pero ¿así?, con tan poco valor para decirlo, para continuar con una mentira, para no hacerle frente a tu decisión. Quise golpearte hasta que sangrarás, quería que sintieras el dolor de tu engaño, de tus palabras, de las promesas hechas con un regreso de fantasía, quería hacerte sentir todo el sufrimiento que en ese momento padecía mi corazón, pero... no lo hice.
Fuiste mi mayor decepción, tenía todo un personaje de ti, te encargaste de hacerme ver lo real que no era, ni tu, ni yo. No me enamoré por ilusiones, pero exagere los hechos de nuestra relación, pensé que esa pequeñas cosas que hacías llegarían a convertirse en grandes acciones, pero no sucedió. Me decepcione de mí, por creer en cualquier indicio, por tonto que fuera de que volverías a mí. Escucha y mírame bien, creí todo lo que me decías, por irreal que fuese, porque te amé y me aferre a ti.
GRACIAS!!!! Aprendí muchas cosas en estos meses de dolor, decidí que no podía merecer aun más sufrimiento. Sigo viva, pensé que moriría de amor, pero aquí estoy. Te guarde mucho rencor: ¿Como podías ser feliz sin mí?, ¿Como tu vida podía continuar sin mi amor?. Por esos pensamientos no avancé, algunos días me asaltaban ilusiones, de correr y decirte que podía perdonarte, que estuvieras conmigo, que te quedaras. Pero con el paso de los acontecimientos esas ideas se fueron desechando; aunque era cansando andar, el camino me ofreció compañía, ellos y ellas fueron el respaldo de mi ruta, quienes me robaban una sonrisa, quienes me daban un consejo, quienes me regalaban agua, hasta quienes querían bailar.
Ya no te guardo rencor, no te odio, ni te amo. Puedo mirarte sin ningún sentimiento negativo o positivo, agradezco los momentos felices que tuvimos, me hiciste reír, lamentablemente fueron más los momentos tristes. No te deseo bien, ni mal, solo que aprendas de tus errores, que sepas amar, que valores lo que tienes. Deseo que te vuelvas valiente para afrontar tus decisiones, aunque eso signifique hacer llorar a una persona. Di lo que tengas que decir, en el momento, cuando estés bien enterado de tus sentimientos, no temas a decirlo, no lo prolongues, evitar un dolor o acelera una alegría.
No busques más dolor del necesario, ya es suficiente con que la vida nos ande golpeando como para que busques tus golpes. No lo compliques demasiado, solo hazlo. No te quedes en un lugar si ya no te sientes a gusto, sé responsable por tus sentimientos, no hagas promesas que no puedas cumplir. Pero sobre todo, aprende a pedir perdón y a ganar esa confianza, no temas amar por miedo a que te fallen, así es esto, estirar y aflojar. A vece ganamos y otras perdemos.
Ve y recorre tu camino, yo seguiré en el mío, si se vuelven a cruzar, sonreiré alegre de volver a verte, pero hazlo bien, por tu bien, por tu felicidad, para cuando te vuelva a encontrar, me grabé en la mente a otro ser, alguien que aprendió de esto, al igual que yo.
Por el momento nos diremos adiós, ya que hemos hecho planes sin la presencia de mi en tu vida y de tu en la mía. Ve y ama, que aunque duela, nos descubre cosas maravillosas de nuestra persona.