Camino.
Una estación de tren en una ciudad pequeña, el tren
está avanzando, dentro está un señor despidiéndose,
otro señor lo ve, afuera un
niño corre.
Leer.
Esa fue la recomendación del psiquiatría, como si eso solucionaría los sueños, como
si eso evitará las pesadillas. Pero no me niego, la sensación de vivir en otro
mundo, en otro tiempo, en otra mente me maravilla, creer en tener grandes
poderes, ser otro, sí, no pensar en el ayer… o en el hoy. Cada vez que leo este
fragmento del tren recuerdo a mi padre, cuando se fue a trabajar a Guadalajara,
yo corro para alcanzar su despedida, para cruzar momentáneamente nuestras
manos, para decirle adiós a sus ojos avellana; tenía quince cuando se fue, hace
ya diez años que no vive con nosotros. Por eso me agrada visitar Guadalajara,
aunque cada visita es un recordatorio de que el tiempo y la distancia pasan, lo
que ha causado la poca comunicación que actualmente prevalece entre nosotros.
Ahora
es cuándo para levantarse del pasto, es un pequeño placer que se me otorga
después del incidente, todo mi ser se renueva, la lectura se vuelve ligera y la
vida como un dulce sueño. He pasado los últimos cinco meses en esta residencia,
no hay mucho de qué quejarse, la comida no es mala, ya que es gratuita, como la
cama, el baño, bueno no es tan gratis, es dinero que cada mes se toma de mi
sueldo como gerente, me parece bastante irónico que aún conserve el trabajo
pero de vez en cuando las ideas fluyen y la empresa obtiene sus ganancias
mensuales. Los días de oficina son cuando realmente uso el baño, los trajes
caros, los perfumes olorosos y la conducta correcta. Pocos saben de mi
condición actual y por ende de mi residencia, para los clientes, yo soy un
lúcido, exitoso e inteligente que maneja una gran compañía y al que le gusta
vivir en lugares excéntricos, poco recomendables para visitar. Esa al menos es
la excusa de la junta directiva para explicar mi dorada ausencia en el trabajo.
No
tengo hijos, aunque no signifique que no haya amado. Es culpa del amor mi
condición actual, como también es culpa de la estúpida ciencia que está tan
cerrada a los fenómenos sobrenaturales, como si cada cosa tuviera una
explicación “científica” o eso al menos es lo que intentan hacernos creer. Yo
me tuve que dar cuenta de la forma más cruel, por eso prefiero vivir como un
“ido de mente” y no como el ser funcional de esta mugrosa sociedad.
Tengo
una colección de drogas debajo de mi cama, no me consideran peligroso ya que al
balbucear todas esas “incoherencias” (mis lamentaciones) fue fácil para mi
abogado conseguir una corte privada y que se me declarara como incapaz
mentalmente, reitero, eso sólo lo saben pocos, aún soy productivo para la
empresa de ventas en la que trabajo (además de mi facilidad para comunicarme
con los asiáticos); así que finjo consumir todas esas drogas, no es difícil
parecer aletargado, solo basta con mirar a los compañeros, mantenerse quieto y
pretender obedecer todas las reglas. Una que otra vez uno debe comportarse como
un espía o político importante, para mantener un bajo perfil y hacer creer a
los médicos que en verdad existen desórdenes mentales en mí.
No me
gusta rentar películas, pero en mi búsqueda de “Los cuentos de Adán y Eva” me
vi en la necesidad de acercarme a un Blockbuster, después de realizar todo mi
trámite en la apertura de una cuenta, decidí que mirar alrededor no me causaría
ningún daño, cuando me encontré en la sección de amor, juzgué prudente revisar
títulos, mínimo para intentar comprender porque las mujeres se vuelven locas
con estas historias. Me senti espiado por alguien, al voltear sus ojos cafés
oscuros se encontraron con los míos, lo primero que pensé fue ¿qué mujer tan descuidada , culpa es de mis antiguas ex novias el que yo la juzgará de esa
manera; todas las mujeres con las que he salido tienen esa fortuna de tardarse
en ponerse bellas, pase horas sentado en sofás cómodos para que las señoritas
decidieran que vestido ponerse y usar el maquillaje adecuado; así que cuando la
vi me pareció desagradable que alguien no pusiera el mínimo de atención a su
atuendo. Una chica de complexión media, poco busto y caderas medianamente anchas (pero existentes),
cabellos largos rebeldes, morenilla (es decir, poco oscura de piel), de
estatura promedio y pies grandes. No es fea, pero no tampoco es de esas mujeres
que te roban suspiros, a mí por ejemplo me robo un susto.
Ella
no me miraba a mí, miraba la película que yo sostenía en mis manos, se
acercó ilusionada y me pidió la
película. No soy un tipo feo, me sobran pretendientes, no tengo mucho dinero
pero soy capaz de darme mis lujos, pretensiosamente voy a comer en lugares
donde el costo de la comida puede rendir a una familia por un mes, me gusta comprar perfumes importados y gastar
miles de pesos en trajes que pocas veces uso. Como cualquier otro humano,
también me gusta comer en los puestos de la esquina, disfruto de esos ricos
tacos y tamales que tanto pueden engordarme y dos o tres veces consumo de la
piratería del cine, ya que hay películas que en a las salas de mi país no
llegan. Con todo ello, me indignó que una mujer de su status solo prestará
atención al objeto de mis manos. Al acercarse a mí, lo primero que dijo fue:
-Disculpa,
¿dónde encontraste la película?- Su tono de voz fue bastante amable.
-Justo
aquí- le señalé la sección donde la tomé.
- ¿La
vas a comprar? – Claro que no iba a comprarla, pero mi ego estaba dañado por su
poca atención a mi, así que tomé una decisión.
-Sí,
justo es la que necesitaba, lo siento, parece que ya no hay más ejemplares.-
Dije en tono irónico.
-¿Así
que te gusta mucho?- Preguntó- Dime ¿qué parte de la película te gusta más?-
Su
pregunta me congeló, era obvio que yo no conocía nada acerca de la película, ni
siquiera me moleste en leer la sinopsis de hecho solo la tome para medio mirar
su contenido, ni siquiera me atrajo el título, así que decidí mentir.
-Cuando
él se queda con ella- Clásico momento de cualquier historia de amor.
-¡Ah!
Que mentiroso eres, ni siquiera sabes de que trata, eso no sucede.- Se dio
cuenta de mi mentira.
Sentí
que no podía hacer más pero no le iba a entregar la película.
-No la
he visto, por eso voy a comprarla.-
-Yo la
quiero, yo sé de que va la historia, es la última película original existente
aquí, prometo que si vuelve a llegar al país, yo te la compró, pero por el
momento déjame comprarla.- en su voz no había suplica pero si una necesidad imperiosa
de conseguir la película. No soy una mala persona, aunque todavía me golpeaba
su indiferencia.
-¿Por
qué la necesitas?, por lo que escucho, ya la has visto, ¿cuál esa necesidad?.-
al hacer estas preguntas ella se sintió incómoda pero respondió.
-Quiero
demostrarles a mis padres que en cualquier circunstancia el amor existe, en un
viaje pasado vi esta película e intente buscarla, pero el tiempo que se me
otorgó para estar aquí fue muy corto, así que me decidí a comprarla la próxima
vez que estuviera aquí.-
-¿Vives
muy lejos?, porque existen mejores películas y libros que puedan demostrar lo
que es el “amor”- lo he vivido tantas veces que no me causa emoción.
-Bastante
lejos, poco accesible para personas como tú.-
¡Auch!
¿Poco accesibles para personas como yo? Esta mujer si que está loca, por su
vestimenta puedo juzgar que procede de algún barrio pobre, si que puede estar
lejos, pero son tan accesibles a nosotros como ir al baño. Le haré un favor a
ella y a sus padres, así cumpló con mi buen acto del día y mis acciones estarán
compensadas.
-Yo te
ayudaré, te conseguiré historias verídicas, le diré a mis amigos que les digan
a tus padres que eso si existe- La mayoría de la gente que me rodea tiene
pareja y se ven enamorados.
-No,
ya te dije que no pueden accesar personas como tú, libros he leído también
muchos pero esta película me ayudaría bastante. Así que ¿me la das?.- Me miró
con firmeza. Su expresión de urgencia me
causo lastima, así que no me negué total, como si de verdad fuera a ver la
película, ya que me negó la entrada a su lugar de origen (creo que es por pena,
¿ a quién le gustaría enseñarle a los demás su pobre casa?) decidí que
comprarla era una buena obra.
Así
que me di la media vuelta, me acerqué al cajero y pagué la película, volví a
donde estaba ella y le entregue la bolsa con el objeto adentro, ella me miró y
su expresión cambio. No era la cara que yo esperaba, sus ojos mostraron
molestia y vi como poco a poco sus manos se iban cerrando, formando puños
pequeños pero que pensé podrían ser letales. No entendí que fue lo que paso.
Una lágrima descendió de su ojo izquierdo, parecía tiesa por un segundo,
después se dio la media vuelta y salió del lugar corriendo. Intrigado, corrí a
buscarla, creo que se emociono porque posiblemente nadie había hecho eso por
ella y mostrar su molestia fue una mejor forma que mostrar pena.
Para
mi fortuna la alcance, aunque todo lo que después siguió cambio completamente
mi vida. Ella corrió tres calles a la derecha después se interno en un
callejón, donde yo la alcance, unos tipos iban sobre ella pero vi claramente
como los detuvo, me sorprendió pero no me asustó, ella continúo y al final de la pared dibujo una especie de
diamante y con un collar que ella traía dijo las siguientes palabras: Zhong leave
qu wojia.
La luz
que apareció del diamante en la pared parecía hipnotizante para personas que no
estaban acostumbradas a la misma. La chica entró a través de la luz y yo, con
la interrogante en mente, decidó que seguirla era una buena decisión, así que
antes de que el portal se cerrará, ya estaba del otro lado. A decir verdad yo
corrí para entrar ya que rápidamente se estaba desdibujando el diamante. Ella
se dio cuenta de mi presencia, ya llevaba un kilómetro recorrido ¿cómo camino
tan rápido? y como es que a esa distancia se dio cuenta de mi presencia. Dos
segundos pasaron y ella ya estaba enfrente de mi, que susto me causó, sus ojos
estaban llorosos pero su rabia parecía más grande, así que me gritó:
-¡¿Cómo
entraste aquí?!- me aventó a la pared.
-Por
la luz como tú- Dije con breves pausas, su empujón me asusto.
- ¿Por
qué me seguiste? ¿qué sucede contigo? ¿eres un danzu?- No sé que es un danzu,
pero por su expresión puedo darme cuenta que es algo malo, así que sacudí la
cabeza de izquierda a derecha, así que su cara se relajo un poco.
-Humano
tonto, primero crees que tienes buenas intenciones y después sigues a alguien
que no conoces y que no sabes si te llevará a tu muerte. –
¿Muerte?
Eso me paralizó, no me detuve a pensar en las graves consecuencias de seguir a
una mujer que sale llorando de un establecimiento porque un sujeto le compro
una película. Podría decirse que me vio como un pervertido, pero después de lo
que yo he observado, ella no tiene mucho de que quejarse acerca de mí.
-Si
fuera a morir, ya lo estaría, mejor dime ¿quién eres tú y qué es este lugar?-
-La
tierra Gauekl, la capital de Avox, de la tercera edad avanzada, el centro
mágico más grande de nuestro mundo.- Dijo mientras su dedo dibujaba un mapa.
Pocas
cosas pueden sorprenderme en esta vida, así que lo primero en lo que pensé fue
si yo estaba drogado, solo una vez probé la marihuana pero lo único que me
causo fue demasiada hambre. Parece que ella sabe lo que pienso, porque mientras
me pierdo en mis pensamientos, siento un leve pinchazo en mi mano y como la
sangre comienza a brotar, eso me saca de mi mente y me devuelve a la realidad.
-¿Por
qué lo hiciste?- reclamó.
-Para
que creas en lo que ves, la magia existe, así como tus dioses y tú ciencia. Mi
nombre humano es Amy y mi nombre avox es Shin Hye.-
Demasiada
información para una tarde de persecución.
-¿Cómo
vuelvo a casa?- preguntó con cierta preocupación.
-No
puedes, ese portal se abre a cierta hora y cierto día de la semana, hoy es
lunes, así que el miércoles se volverá a abrir.-
-No es
cierto, yo vi como tu abrías el portal, dibujando un diamante y pronunciando
palabras raras-
-aún
cuando salí de la tienda enojada, no abrí el portal al azar, tiene un periodo
de tiempo para que pueda dibujar el diamante y entrar en el. Por hoy esta cerrado,
no puedes salir.-
No
debí seguirla, no debí molestarme en que una chica sin atractivo físico
perturbara mi día y mucho menos querer hacer un buen acto de caridad, no debí
correr a su auxilio y creer que yo la había emocionado con mis “buenas intenciones”.
Ahora estoy atrapado en un lugar que desconozco y no podré volver hasta pasados
dos días, además no sé pronunciar con exactitud las palabras para abrir el
portal y tampoco tengo el collar para abrirlo.
No
debí seguir a esta chica.
-¿Por
qué no tomaste la película?- le digo, ya que eso fue lo único en lo que pensé
después de mi conclusión.
-Porque
aquí es una señal de guerra, nadie te regala las cosas, así que tú al darme el
objeto me estabas declarando la guerra por todos los humanos en el mundo y sí
yo aceptaba te estaba declarando la guerra por todos los magos de mi mundo. Mis
leyes se aplican a tu mundo, este principio en tu mundo se llama
extraterritorialidad.-
Agradezco
haber prestado atención a mis clases de derecho en la facultad.
-¿Por
qué quieres demostrar la existencia del amor?- De hecho eso fue lo que me trajo hasta aquí, la necesidad de saber porque una mujer que yo pensaba pobre tendría
que demostrar el amor.
Vi una
leve sonrisa en su cara.
De
todas las cosas hermosas que yo he visto en mi vida, nada se compara con la
figura de sus labios, vi lentamente como se dibujaba esa pequeña sonrisa que me
expresó toda su sinceridad, me sentí cautivado por sus labios poco gruesos pero
no delgados color rosa, me sentí atraído por ellos, todo a su alrededor
adquirió luz, como si toda la oscuridad desapareciera de mi ser y solo sus
labios entraron en mis más bellos sueños. Después de admirar esa belleza
inusual presté atención a sus palabras.
-
Porque así no tendré que morir-.
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