Me gusta, fue lo primero que realmente pude decir. No me gustaba, bueno, no como algo "serio" pero después de muchos saludos y despedidas comprendí lo que siento. Me gusta cuando me dice "Cecy", claro todos mis amigos me dicen así pero él lo pronuncia de otra forma, una forma que me hace suspirar. Me gusta su sonrisa, no es de esas que te enseñan los dientes blancos, su sonrisa es sutil, la curva de sus labios es ligera y la complementa con un pequeño bufido cuando se burla o un contacto breve de ojos. Me gusta su mirada, bueno las distintas facetas de sus miradas. Me gusta su atención, esa que me confunde, cuando se preocupa por mi estado de salud o porque duerma bien, aunque podría asegurar que es simple amabilidad. Me gustan sus manos, no son suaves pero no son tan toscas, ni tan grandes o pequeñas, bastante justas por sí algún día nos tomamos de la mano. Me gustan sus miedos, no todos, pero sí los que tienen que ver con el fracaso académico, porque siempre los supera o de eso yo sé. Me gusta cuando recuerda cosas acerca de mí, no las convencionales, sino las más extrañas, cosas que a nadie más le importarían.
Me gusta y aunque aún no se lo he dicho nada me impide escribirlo. Así decidí volver a postear, porque realmente me gusta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario